¡Que cuernos!, (que nadie se de por aludido/a).
¿Que posibilidad hay de que dos viejos amigos que viven a 600 km. de distancia se encuentren en un aparcamiento/estacionamiento?.
Si calculamos en mi mundo........... muchisimas, el domingo hicimos una visita familiar a los viñedos del valle de Guadalupe, el plan era estar un ratito, tomar un poco de vino y regresar a comer a casa, pero al bajar del coche, escuchamos que decían el nombre de mi padre, y al volvernos, vimos a un viejo amigo suyo, al que yo de pequeña mentalmente llamaba "el señor de las tortugas" por vivir semi-aislado en la costa de Baja California, criando tortugas y acompañando a los interesados a descubrir las maravillas naturales de la tierra California. mis padres lo llaman "Super Toño" creo que ese apodo tiene desde la universidad cuando cursaba sus estudios de Oceanologia con mi padre.
Lo que iba a ser un rato, se convirtió en toda la tarde, y al poco llego otra pareja de amigos con sus hijos.
Gente que yo deje ver hace mucho, algunos ni los recuerdo, pero ellos si me recuerdan, desde pequeña, y como hacían ellos criaban a los hijos casi en comuna, por lo que muchos de ellos me cuentan mi infancia mejor de lo que yo la recuerdo.
La tarde se alargo, las botellas de vino fueron y vinieron, (vinieron llenas y se fueron vacias), y asi sin sentir paso el día entero, hasta que mi Lalito se desocupo de sus labores y nos ofreció un regalo maravilloso. Nos llevo a una terraza a observar el atardecer sobre el valle de viñedos.
Lalito y yo.La excursión familiar termino en el restaurante "el charro", ¿especialidad de la casa? pollos rostizados servidos con salsa, tortillas de maíz, salsas y papas/patatas, todo en un ambiente muy mexicano, ahí las tres familias nos despedimos como si fuésemos una sola.
Que tarde tan bonita y tan improvisada, como las mejores cosas.
Yo borracha, Ramón deteniéndome..........
Ramón alimentando los animales.
El cielo sobre los viñedos.
