8/23/2007

UN DIA CUALQUIERA

Alguien tuvo la delicadeza de aparcar/estacionar delante de mi ventana y utilizar el claxon de su coche como si no fuera cierto que eran las 4:15 a.m.
Despues de maldecir el claxon, al imprudente, mi sueño ligero, su puta madre y el motivo por el cual su cabezita le hubiera dicho -fulanito, adelante, haz todo el ruido posible que es correcto-. veo mi reloj y es demasiado temprano para levantarme, no apetece ni leer ni jugar a encontrar figuritas en la pared cubierta de gotele mas proxima a mi cama. que es como ocupo los minutos antes de cerrar los ojos y despues de dejar mi lectura de turno en la mesita de noche.
Doy unas 13 vueltas mas, y al cabo de un breve rato vuelvo a despertarme esta vez son ya las 6 y unos obreros se afanan levantando vallas de seguridad en el aparcamiento, a estos no los maldigo, al fin y al cabo, cumplen su horario.
Hago mi rutina, conforme, no tengo de que quejarme, ya tendre un dia por delante para llenarme la cabeza, por primera vez en 2 semanas, salgo a tiempo de casa, y decido esta mañana caminar a paso mas relajado, dar un paseo hasta el laboratorio, igual y me desmadro y cambio la ruta aunque no es muy probable, y es que todas las mañanas, ya es necesario, si salgo justo a las 8:30. pasar por delante de la panaderia en el justo momento en que sacan los croissants del horno, no me detengo pero aspiro profundamente el olor de la mantequilla, sigo mi camino y me encuentro a "la mujer del jardin estrambotico", una no muy delicada coleccion de gnomos de jardin, patos de cemento, cestos de yeso, plantas deserticas mezcladas con mediterraneas y tropicales, enanitos y una pequeña pastorcita pintada rudimentariamente a mano. siempre puntual, regando sus plantas antes de que el sol salga con todas sus fuerzas, mas adelante la mujer del perro cagon, una mujer bastante salvaje y poco higienica, uno puede saber el estado del aparato digestivo de su mascota, porque a lo largo de la calle Enric Valor (maestro chocolatero alicantino). va dejando fiel testigo de ello dia a dia, practico mi mirada de desprecio, pero creo que ha perdido efectividad este ultimo año que no hay muchas broncas reseñables.
El segundo tramo como lo he bautizado yo misma, es cruzar hacia la avenida Vicente Savall, pasando por delante de la villa universitaria, donde no suele pasar nada reseñable, salvo el año pasado que me cai en una jardinera practicando mi sentido del espacio..................
El tercer y ultimo tramo ya es dentro de la universidad , donde mas disfruto, lo que caracteriza el campus es que no tiene areas verdes, el campus en si, es un area verde, me da la bienvenida todas las mañanas un corredor de obeliscos y benjaminas recien regados, en las benjaminas no suelen anidar pajaros y eso se agradece porque puede uno pasear tranquilo sin temor a bombardeos aereos, paso la garita de vigilancia, donde ahora la recien estrenada compañia de seguridad privada organiza su dia como si del asalto a un cuartel de la U.R.S.S. se tratara, aunque para su decepcion en esta universidad nunca pasa nada digno de la nota roja.
Atravieso el patio de la facultad de ciencias, siempre preguntandome que tipo de indemnizacion ofreceran por comer en su cafeteria, donde el cubito de hielo te lo cobran a 5 centimos cada uno, y el queso de la pasta siempre presenta un extraño aspecto de plastico quemado, aun asi, tiene su clientela, muy respetable.
Continuara.................

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