UN DIA PARA MANU

Mi pobre sobrino harto ya de sus vacaciones entre nosotros reclamo, una "copichuela de helado", como el la llama, y bueno, sabiendo que ya debe estar cansado de oficina y tiendas de decoracion, lo llevamos a pasear, a tomar su helado y al parque, solo entramos a una tienda, que casualmente tiene un oso que desde que manu es manu le provoca panico nada mas de verlo, es un peluche de un oso tamaño natural que preside la entrada a una tienda de velas, ropa y articulos exoticos, vamos como marketing no lo veo yo claro, y ahi estaba el, al pie del oso gritando como colegiala histerica, y lloriqueando que no entraba a la tienda, y yo como siempre con la terapia de choque por estandarte me meti a la tienda y le dije que tenia que pasar o se quedaba afuera y solito, estuvo 3 minutos intentando entrar hasta que la dependienta salio por el y lo acerco al oso, de verdad que los niños con la gente extraña son tan flexibles, que si asi se portaran con los familiares el mundo seria otro y una tomaria menos tranquilizantes y aspirinas, jajajajajajja, pues bien, la chica muy amable lo estubo convenciendo que el oso era un oso bueno, que le gustaban los niños (espero que no como a michael jackson), y al poco rato veo que esta manolito dandole besos al oso y diciendolo -oso amigo-, yo de verdad que no entiendo a los niños, la chica de la tienda toda orgullosa de haberle quitado el miedo al niño le dijo que le daria una recompensa, y saco una rana de un estante, que le regalo como premio a su amistad con el dichoso oso, esa es la rana que exhibe manolito con mucho orgullo, se llama Sofia (???) y cuando va en el coche le pone el cinturon, es que el es un pequeño ciudadano ejemplar. Manu con su rana Sofia, listos para el viaje! Manu y Sofia en el parque del palmeral

Ayer nos quedamos solos el niño y yo a comer en su casa, y como es su costumbre empezo a decir que mi spaguetti le da asco, que no se puede comer, y que el preferia la pasta blanca, o sea, cocida y nada mas, pero claro una se debate entre aportar cosas a su dieta y escucharlo toda la comida hacer como que vomita, o ceder y tener la comida en paz, asi que cediendo como es costumbre, solo pude ponerle un poco de aceite de oliva y sal, y cuando la noto, hizo un gesto de asco, que inmediatamente le dije que si no comia Sofia volvia a la tienda con el oso y nunca mas con el, asi si!, al menos comio, bajo amenza, pero comio, estos niños............ hay que negociar mas que con la crisis de los misiles.

Luego que en otros sitios se coman hasta las coles de bruselas y las fritangas de dudosa procedencia higienica......... hay que joderse!!!!!!!!!.