7/20/2007

MEXICO PARA MI

Cada vez que estoy ante el mostrador de una agencia de viajes o a un click de aceptar mi compra por internet de esos 3 billetes/boletos de avion que me separan de mi hogar paterno, me da la risa tonta, porque pienso que he vivido la mayor parte de mi vida en un sitio al cual ahora tengo que pagar mas de 1000 € para ver de nuevo, vamos! lo que cuesta un safari por Africa, medio mes en salvador de bahia a cuerpo de rey, conocer el desierto egipcio en barco, en avioneta y encima echarme unos dias para pasear por los barrios de el cairo, lo que podria emplear para ver el taj mahal y tocar su "pietra", podria ir a cualquier sitio de este mundo, pero irremediablemente -uno siempre regresa a los viejos sitios donde uno amo la vida-, eso dice chavela vargas y yo le creo.
Mexico me espera sin contar las horas, aunque encuentre a la gente distinta, hay algo intangible, algo mas alla, que siempre puedo tocar al volver, las notas de las tristes guitarras, el olor del mar pacifico, las tardes frescas de mi puerto, ensenada, el sazon de mi madre, los atunes recien pescados apoyados en la baranda de cantina Hussongs, esperando a que uno termine su borrachera para que se los lleven a casa, el tequila que me bebo con Lalo, la luz y el color que invade todo cuanto es mexico.
Mexico es para mi, mas una sensacion que cualquier otra cosa, es algo incontable, incomensurable, pero que aun asi, cabe en mi corazon, lo llena y lo reconforta cuando hace falta, se lleva en la piel y se estampa en todo lo que uno es, solo tengo que cerrar los ojos para recorrer sus calles, es un segundo lo que necesito para sentir la tierra caliente del valle de guadalupe bajo mis pies, el aroma de las uvas y las mermeladas, el grito alegre de los niños indigenas del valle, y si me esfuerzo un poco mas hasta puedo sentir el bochorno de las tardes de verano en las plazas de san ignacio, santa rosalia, mulege y loreto, la arena blanca de las playas de la paz, el puerto donde yo naci.
A veces sin tener un motivo o una receta de cocina en marcha, en atencion a un poquito de melancolia me soprendo picando cilantro finamente, solo para olerlo, a eso huele Mexico, a cilantro, a flores de cempaxóchitl o musajoyó como la llaman los mayas del sur de Mexico, a madera tallada, a sal y humo, huele a los cafetales humedos del sur, al desierto californio, a muerte y vida que entra por todos lados.
Mexico es para mi patria y raiz, es el lugar al que siempre he de volver, porque es en donde mi esencia se conforma, es donde vuelvo a teñirme cuando los soles de extraños lugares me han desteñido el alma.

mis calles.

el puerto de noche.

abrazo de lalo (en el valle).

mi familia en el valle.

4 monumentos jeje

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